
La película fue premiada en
1936 en el top 10 de las mejores
películas. Charles Chaplin hizo esta película para criticar la forma de
trabajo que había en esa época, en la escena se puede ver que es una cadena de
montaje en una fabrica, Chaplin intenta seguir el ritmo de la máquina pero en
varias ocasiones tiene que retroceder para llevar acabo la pieza, en el fin de
la escena se puede ver como Chaplin empieza a tener espasmos y eso es por
efecto que produce trabajar tantas horas en la cadena de montaje. En el año de
su estreno la película fue prohibida en Alemania e Italia por considerarla
propaganda comunista. Rusia sin embargo la consideró propaganda
capitalista.
En Estados Unidos también tuvo una "buena" acogida por la prensa más conservadurista, desde entonces Charles Chaplin fue puesto bajo vigilancia del FBI.
En Estados Unidos también tuvo una "buena" acogida por la prensa más conservadurista, desde entonces Charles Chaplin fue puesto bajo vigilancia del FBI.
Cuando Tiempos Modernos se
estrenó, el cine sonoro llevaba ya diez años de explotación comercial. Hasta
entonces, Chaplin se había resistido a recitar diálogos, sabedor de que la
clave de la universalidad de su humor se hallaba precisamente en la pantomima.
No obstante, esta vez se prestó a preparar algunos diálogos, llegando incluso a
grabar algunas pruebas. Finalmente, se lo pensó mejor y, como en Luces de la
Ciudad, acabó utilizando sólo música y efectos de sonido. Las voces humanas
sólo aparecen en segundo plano, filtradas a través de aparatos de tecnología:
el jefe que se dirige a los obreros desde una pantalla de televisión; el
vendedor que es sólo una voz en un fonógrafo.
Una sola vez, la voz de Chaplin se escucha directamente. Haciendo de camarero, Charlot es requerido para sustituir al tenor de un café-teatro, especializado en temas románticos. Escribe la letra de las canciones en los puños de su camisa a modo de chuleta, pero la pierde, por lo que se verá obligado a improvisar la canción con una maravillosa jerga que pretende hacer colar como italiano. La voz de Chaplin se había podido escuchar ya en la radio, e incluso en un boletín informativo cinematográfico, pero esa sería la primera y única vez que el mundo podría oír a Charlot.
Una sola vez, la voz de Chaplin se escucha directamente. Haciendo de camarero, Charlot es requerido para sustituir al tenor de un café-teatro, especializado en temas románticos. Escribe la letra de las canciones en los puños de su camisa a modo de chuleta, pero la pierde, por lo que se verá obligado a improvisar la canción con una maravillosa jerga que pretende hacer colar como italiano. La voz de Chaplin se había podido escuchar ya en la radio, e incluso en un boletín informativo cinematográfico, pero esa sería la primera y única vez que el mundo podría oír a Charlot.
La escena se desarrolla en
una fábrica de montaje de piezas, en ella las personas trabajan sin descanso,
entre ellos tenemos a Chaplin que tras el esfuerzo de conseguir acabar el
trabajo el pobre hombre acaba volviéndose loco.
La película está contada de manera lineal, se podría decir
que el tiempo fílmico coincide con el tiempo real. Los planos de la escena son
todos planos americanos, donde se ve la cadena de montaje y al personaje
tratando de seguir el ritmo de la cadena de montaje, también se puede observar que
hay una angulación en picado. Hay algún movimiento de cámara pero solo en
momentos puntuales como cuando Chaplin va hacia atrás por que se le fue una
pieza o cuando sale de su trabajo. La película es muda, como toda película de
Charles Chaplin, pero en esta escena se puede oír una voz que es la del jefe
dando las órdenes, la escena cuenta con una música que sigue a los movimientos
del personaje. Las transiciones de esta escena son cortes de cámara. Para la
iluminación se ha utilizado luz artificial.
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